Se recogen de forma manual de las delicadas yemas de los primeros brotes.
Se secan a los rayos del sol y son ligeramente procesadas para prevenir la oxidación.
Esto preserva las características de sabor del té blanco.
El té blanco elaborado es de color amarillo pálido.
El nombre de TE Blanco es debido a los finos pelos de color blanco plateado en los brotes sin abrir de la planta del té, que le dan a la planta un aspecto blanquecino.